Leche caliente. La leche caliente con galletas es un auténtico cliché para la cena. Suele ser la forma en que se acuesta a los niños y se les ayuda a prepararse para ir a la cama, pero la receta funciona igual de bien para los adultos.
Té de manzanilla. El té de manzanilla es una de las bebidas naturales más conocidas para relajarse antes de acostarse. Se recomienda para las personas que sufren de insomnio, ya que es eficaz para calmar y, a diferencia de otros tipos de té, no contiene cafeína.
Leche de almendras. Los seguidores de una dieta vegetal pueden tomar un vaso de leche de almendras antes de acostarse. También contiene suficiente triptófano y es rica en magnesio, lo que ayuda a mejorar la calidad del sueño.
Agua de coco. El agua de coco contiene magnesio y potasio, que ayudan a dormir mejor y a relajar los músculos. También es rica en vitamina B, que reduce los niveles de estrés.
Batido de plátano. Otra forma de dormir bien por la noche es tomar un batido de plátano. Basta con batir un plátano pequeño con medio vaso de leche de almendras. Esta bebida saludable puede sustituir a un tentempié nocturno y convertirse en una forma segura de conciliar el sueño.