Fuente de vitamina C. Las ciruelas son una importante fuente de vitamina C: cada una contiene aproximadamente el 7 % de la ingesta diaria recomendada. La vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del daño.
Contra la fatiga. Comer ciruelas es una forma sencilla de mejorar tu salud. Ayudan a eliminar toxinas, limpian el hígado y proporcionan energía al cuerpo. Las ciruelas son una fantástica fuente de vitaminas A, B1, B2 y C, así como de minerales como sodio, potasio, calcio y hierro.
Laxante natural. Debido a su alto contenido en agua (alrededor del 80 %), las ciruelas ayudan a la digestión, facilitan el tránsito intestinal, eliminan los cálculos renales y ayudan con las infecciones de vejiga.
Combaten la anemia. La vitamina C de las ciruelas ayuda a la absorción del hierro en el sistema digestivo, lo que contribuye a combatir la anemia.
Mejoran la memoria. Los potentes antioxidantes presentes en las ciruelas ayudan a reparar las células cerebrales dañadas y mejoran la concentración.
Bajas en calorías. Las ciruelas son bajas en calorías: cada una contiene unas 30, lo que supone aproximadamente el 1,5 % de la ingesta diaria recomendada. Son ideales para hacer dieta y mantener un peso corporal saludable.
Buenas para el corazón y los vasos sanguíneos. Gracias a su alto contenido en potasio, las ciruelas ayudan a regular la presión arterial y reducen el riesgo de sufrir un derrame cerebral. El pigmento azul rojizo (antocianina) de las ciruelas puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
